Cuando un trabajador sufre una enfermedad o lesión que le impide desarrollar su actividad laboral, confía en los profesionales médicos para determinar el momento adecuado de su recuperación. Sin embargo, en ocasiones, el alta médica puede ser emitida sin que el paciente esté en condiciones óptimas para reincorporarse al trabajo. Si te han dado el alta médica sin haber alcanzado una recuperación completa, es fundamental que conozcas tus derechos y qué mecanismos legales están a tu disposición para poder impugnar dicha decisión.
¿Qué es el alta médica y qué implica?
El alta médica es el acto mediante el cual un profesional de la salud, ya sea del servicio público o de una mutua, certifica que el trabajador ha superado su situación de incapacidad temporal y, por tanto, está apto para retomar sus funciones laborales. Este documento marca el fin del proceso de baja médica, pero no siempre coincide con la realidad del estado de salud del trabajador, quien en ocasiones puede no sentirse lo suficientemente recuperado para reincorporarse a su puesto de trabajo.
¿Qué hacer si no estás de acuerdo con el alta médica?
Si consideras que el alta médica ha sido emitida de manera prematura y tu estado de salud no te permite volver a trabajar, tienes derecho a impugnarla. El procedimiento para ello es el siguiente:
1. Solicitar un informe médico adicional
El primer paso que debes dar es acudir a tu médico de cabecera o al especialista que haya llevado tu caso para que emita un informe sobre tu estado de salud. Este documento será clave para respaldar tu posición de que no te encuentras en condiciones de trabajar. Es importante que este informe detalle de manera clara y exhaustiva las razones por las cuales no estás aún recuperado y por qué no deberías haber recibido el alta médica.
2. Presentar una reclamación ante la Seguridad Social o la Mutua
Si el alta médica ha sido emitida por un médico del Servicio Público de Salud, debes presentar una reclamación ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). En cambio, si el alta proviene de una mutua, la reclamación deberá presentarse directamente ante la mutua que ha gestionado tu caso. Para ello, cuentas con un plazo de once días desde la fecha en la que se te notificó el alta.
Esta reclamación, conocida como disconformidad con el alta médica, debe ir acompañada del informe médico adicional que mencione anteriormente. Durante el tiempo que se resuelve la reclamación, el trabajador no está obligado a reincorporarse a su puesto de trabajo.
3. El papel de la Inspección Médica
Una vez presentada la reclamación, será la Inspección Médica quien valore si el alta médica fue emitida de manera correcta o si, por el contrario, el trabajador aún no está en condiciones de reincorporarse. La Inspección Médica tiene un plazo de siete días para resolver la reclamación. Si se considera que el alta fue inadecuada, se revocará y el trabajador podrá continuar en situación de incapacidad temporal.
4. Recurso de alzada
En caso de que la Inspección Médica confirme el alta médica, el siguiente paso es interponer un recurso de alzada ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Este recurso es un procedimiento administrativo que permite revisar la decisión previamente adoptada. El plazo para interponer el recurso de alzada es de treinta días hábiles desde la notificación de la resolución. En este recurso, se deberá argumentar de manera detallada las razones por las cuales el alta es incorrecta y seguir aportando pruebas médicas que respalden tu situación de salud.
5. Vía judicial: demanda ante los Juzgados de lo Social
Si tras agotar la vía administrativa no obtienes una respuesta favorable, la siguiente opción es acudir a la vía judicial. Deberás presentar una demanda ante los Juzgados de lo Social solicitando la anulación del alta médica y la restitución de la baja por incapacidad temporal. Es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especializado en derecho laboral para llevar adelante este procedimiento.
Consecuencias de reincorporarse al trabajo sin estar recuperado
Si el alta médica se mantiene, es posible que te veas obligado a reincorporarte a tu puesto de trabajo. No obstante, trabajar sin estar completamente recuperado puede tener consecuencias negativas tanto para tu salud como para tu situación laboral. Entre las principales implicaciones se encuentran:
- Riesgo de recaída o empeoramiento de la enfermedad: Volver a trabajar antes de tiempo puede agravar tu condición, lo que podría conllevar una nueva baja médica o, en casos más graves, una incapacidad permanente.
- Reducción de tu capacidad de desempeño: Si no estás en plenas facultades físicas o mentales, tu rendimiento en el trabajo puede verse afectado, lo que podría derivar en problemas con tus superiores o compañeros.
- Posibles accidentes laborales: El estado de salud precario puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente de trabajo, lo que podría agravar aún más tu situación.
En conclusión, si te han dado el alta médica sin estar completamente recuperado, es esencial que actúes con rapidez para proteger tus derechos. La ley ofrece mecanismos para impugnar el alta médica, desde presentar una disconformidad ante la Seguridad Social o la Mutua, hasta recurrir judicialmente. Contar con un informe médico que respalde tu situación es clave, y, en todo caso, se recomienda acudir a un abogado especializado para garantizar que el procedimiento se lleve a cabo correctamente.
La protección de tu salud es prioritaria, y el derecho laboral contempla herramientas para que no tengas que reincorporarte al trabajo en condiciones que comprometan tu bienestar físico y emocional.